Sábado 13 de mayo del 2006 Diario La Nación

Los frentes abiertos de la Casa Blanca: la cuestión migratoria y el espionaje telefónico

EE.UU. enviaría 5000 soldados para vigilar la frontera mexicana

Lo analiza el Pentágono para evitar la entrada al país de inmigrantes ilegales

WASHINGTON.- El Pentágono podría desplegar más de 5000 soldados y equipos militares en la frontera de Estados Unidos con México para que ayuden a reducir el ingreso de cientos de miles de inmigrantes ilegales por año, según anunciaron ayer funcionarios del Departamento de Defensa.

Más de 12 millones de inmigrantes viven sin documentos en Estados Unidos, en su mayoría provenientes de México y del resto América latina. Pero los departamentos de Seguridad Interior y de Defensa temen que la frontera ofrezca poros suficientes para que puedan filtrarse terroristas. El secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, y su par mexicano, el general Clemente Vega, discutieron ya algunos de los problemas observados en la frontera, que se extiende a lo largo de más de 3200 kilómetros entre los océanos Pacífico y Atlántico.

"Los gobiernos de Estados Unidos y México trabajan juntos para controlar la frontera y colaborar en estos esfuerzos", informó el vocero del militar, Jeffrey Gordon. "La cooperación incluye una asistencia limitada estadounidense en entrenamiento, equipos y financiamiento de las fuerzas de seguridad mexicanas, para que puedan cumplir mejor con su parte del desafío conjunto de controlar la frontera común", dijo.

Los planes incluyen, además, el despliegue de tropas de la Guardia Nacional a lo largo de California, Arizona, Nuevo México y Texas, los estados fronterizos, según indicó un alto funcionario del Departamento de Defensa. El subsecretario del Pentágono para Defensa Interna, Paul McHale, pidió a sus equipos que analizaran las opciones disponibles para utilizar las tropas y los recursos militares, aunque aún no arribaron a una estrategia definitiva.

La Guardia Nacional actúa bajo las órdenes de cada gobernador, que puede desplegar las tropas disponibles en su estado, pero en ese caso deberían asumir los costos. Por el contrario, el costo sería competencia federal si lo ordenara Bush, quien dará el lunes un discurso nacional sobre los proyectos de reforma migratoria en danza.

El sistema inmigratorio se convirtió en uno de los puntos centrales de la agenda política del país. Republicanos y demócratas negocian un proyecto en el Senado para endurecer los controles fronterizos, pero fijando una senda para legalizar a millones de inmigrantes, lo que levanta una fuerte resistencia dentro de ambos partidos, en la antesala de las elecciones legislativas que se celebrarán en noviembre próximo.

Sin embargo, el posible despliegue de tropas en los estados sureños para controlar las fronteras -función que por ley es de competencia civil- gana fuerza, y la Casa Blanca vislumbra que podría ayudar a diluir la resistencia del Congreso a legalizar indocumentados. Los gobernadores de Arizona y Texas, Janet Napolitano y Rick Perry, apoyan esa iniciativa, que preocupa a grupos defensores de los derechos civiles y los activistas que impulsan la movilización de los inmigrantes.


Hacer más

El estratego electoral de Bush, Karl Rove, se reunió esta semana con una delegación de legisladores texanos para evaluar la situación en la frontera, donde podrían morir entre 500 y 600 personas este año por deshidratación, alimañas y hechos de violencia, según cálculos del Grupo de Trabajo de América latina.

El senador republicano por Texas, John Cornyn, lo expuso como algo casi obligatorio, para apoyar los esfuerzos del Departamento de Seguridad Interior (DHS, por su sigla en inglés). "Podemos y debemos hacer más para maximizar la presencia militar a lo largo de la frontera hasta que el DHS pueda garantizar la seguridad de nuestra frontera", dijo.

El despliegue militar cuenta desde el jueves con el apoyo de la Cámara de Representantes, que aprobó por 252 a 171 votos un proyecto de ley que busca hacer frente a la "invasión" de inmigrantes ilegales. Hasta ahora, las fuerzas armadas proveían apoyo logístico, incluido el uso de aeronaves no tripuladas para sobrevolar las áreas de acceso más complicadas, mientras los vigilantes parapoliciales (los minutemen) extienden su vigilancia donde flaquea la patrulla fronteriza.


Por Hugo Alconada Mon
Corresponsal en EE.UU.